El género de los tumbados ha experimentado un auge significativo en los últimos años, dando lugar a la fama de diversos artistas que ahora lideran las listas de éxitos.
Sin embargo, antes de alcanzar la cima de la industria musical, muchos de estos cantantes tenían trabajos comunes y llevaban vidas bastante diferentes.
A continuación, exploramos el pasado laboral de algunos destacados artistas de los tumbados.
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Peso Pluma: Del servicio de mesero a la fama musical
Hassan Emilio Kabande Laija, mejor conocido como Peso Pluma, ha conquistado la escena musical con su estilo único en el subgénero de los tumbados. Pero antes de que su nombre resonara en la industria, Peso Pluma desempeñaba un papel más discreto como mesero en una tienda de antojitos mexicanos.
En un video compartido por usuarios en internet, se puede ver a un joven Peso Pluma explicando sus responsabilidades como mesero y mostrando su entusiasmo en su primer día "como profesionista". Este vistazo a su pasado revela la transición de un trabajo común a convertirse en una sensación de la música regional mexicana.
Junior H: De trabajar en comida rápida a dominar los escenarios
Antonio Herrera Pérez, conocido artísticamente como Junior H, es reconocido por ser uno de los exponentes más importantes de los tumbados. Sin embargo, antes de dedicarse por completo a la música, Junior H trabajó como cocinero en un restaurante de comida rápida durante sus años de preparatoria.
Aunque su tiempo como cocinero pudo haber sido una etapa diferente en su vida, Junior H nunca dejó de perseguir su verdadera pasión: la música. Aprendió a tocar instrumentos por sí mismo, publicó sus primeras canciones en plataformas y eventualmente se convirtió en una sensación en el mundo del género tumbado.
Natanael Cano: Abandonando la preparatoria por el escenario musical
Natanael Cano, nacido en Hermosillo, Sonora, se destacó como un talentoso cantante y compositor en el género de los tumbados. Su historia revela que, al cursar la escuela secundaria, su amor por la música se volvió más fuerte, y empezó a interpretar estos característicos temas mientras realizaba presentaciones con sus compañeros.
Dejando la preparatoria para seguir su carrera musical, Natanael Cano se mudó a Estados Unidos en busca de la fama. Su historia refleja la determinación de muchos artistas emergentes que sacrifican la educación formal para perseguir sus sueños en la industria de la música.
Gabito Ballesteros: Desde el Coro de la Iglesia hasta los Escenarios
Gabriel Ballesteros Abril, conocido como Gabito Ballesteros, comenzó su viaje musical desde temprana edad. A los 8 años, ya cantaba en el coro de la iglesia local, y a los 15 años, se encontraba subiendo videos a su cuenta de Facebook. Sin embargo, antes de convertirse en una estrella de la música, participó en un mariachi infantil y se destacó en concursos de talento durante su tiempo en la secundaria.
Su habilidad para tocar varios instrumentos, incluyendo la trompeta, el violín y la vihuela, contribuyó a su versatilidad musical. Gabito Ballesteros firmó un contrato con una disquera en 2014, marcando el inicio de su carrera en la industria de los corridos tumbados.
Estas historias revelan que, detrás de las brillantes luces y el éxito en la música, muchos de estos artistas tuvieron pasados laborales comunes, lo que agrega un elemento de autenticidad a sus trayectorias.
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Desde meseros hasta cocineros, estos cantantes han demostrado que el camino hacia la fama puede surgir desde cualquier punto de partida. Su dedicación y talento les han permitido transformar sus vidas y dejar una marca indeleble en el mundo de la música regional mexicana.