Sin duda, uno de los indicadores de la llegada de la primavera en México es cuando los árboles de jacarandas comienzan a florecer, lo cual generalmente ocurre a mediados de marzo, marcando el final del invierno y transformando las calles de la Ciudad de México en un mar de color lila.
Estos árboles emblemáticos de la CDMX ya han empezado a florecer, y lo preocupante es que están mostrando sus primeras flores del año en enero, cuando la temporada invernal aún no ha llegado a su fin.
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¿Por qué es preocupante que las jacarandas florezcan antes de tiempo en CDMX?
Este adelanto ha encendido las alarmas de los meteorólogos, quienes sugieren que estos cambios en la flora podrían indicar un desequilibrio en las temperaturas del suelo, lo que a su vez podría ser un signo del calentamiento global. Dado que las jacarandas suelen florecer en primavera, cuando el frío es escaso, su floración prematura sugiere condiciones climáticas inusuales para la estación.
Según el biólogo Marcelo Rodrigo Pace, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), este adelanto en la floración no solo afecta a las flores, sino también al ecosistema en su conjunto.
“Si hay diferencias en el momento de la floración, afectará a toda la cadena que depende de que esta floración ocurra en un momento específico. Así, para el árbol, tal vez el efecto no sea tan grande como lo será para todos los demás seres y procesos que dependen de él”.
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¿Cuándo suelen florecer las jacarandas?
Las jacarandas tienen dos épocas de floración al año: en primavera y en otoño. El hecho de que la primera floración se adelante provoca que los árboles agoten los nutrientes utilizados para las flores, dejándolos sin reservas de energía para la segunda ocasión, lo que resulta en brotes más débiles y reducidos.
Además de eso, las reacciones ante este adelanto en la floración de las jacarandas han generado preocupación. Aunque estos árboles son un símbolo característico de la capital del país, y aunque fueron importados de Japón, muchas personas se encuentran inquietas por las señales del cambio climático.
Vale la pena señalar que las jacarandas no solo contribuyen a embellecer el paisaje visual de la Ciudad de México; 10 árboles de esta especie son capaces de absorber el CO2 emitido por mil 400 autos al día.
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¿Cómo llegó el árbol de jacaranda a México?
En la década de los años 20 del siglo pasado, Plutarco Elías Calles (gobierno de 1924 - 1928) deseaba que florecieran árboles de cerezos en la Ciudad de México, similar a la capital de los Estados Unidos, Washington, DC. Solicitó al presidente en turno, Pascual Ortiz Rubio, que pidiera una donación de este tipo de plantas al gobierno japonés.
Para facilitar la petición mexicana, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón solicitó la ayuda del arquitecto Tatsugoro Matsumoto, quien había emigrado a México. Su tarea era evaluar las condiciones del suelo mexicano y determinar si sería pertinente traer este tipo de árboles.
Fue entonces cuando se recomendó cambiar los cerezos por jacarandas, ya que se adaptarían mejor al tipo de suelo predominante en la Ciudad de México.
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Con la recomendación de Tatsugoro Matsumoto, el gobierno japonés donó árboles de jacaranda a México, que se plantaron principalmente en el centro de la ciudad. Esta sugerencia y donación cambiaron la experiencia primaveral de los habitantes de la ciudad, uniendo el color lila con la estación del año.
Con el tiempo, la adopción de este árbol por la sociedad mexicana y la investigación sobre sus propiedades medicinales llevaron al desarrollo del té de flor de jacaranda, conocido por sus propiedades para combatir problemas gastrointestinales y disminuir el apetito sexual.
Se dice que el primer acercamiento entre estas dos naciones se dio gracias al samurái japonés Hasekura Tsunenaga, quien logró establecer relaciones con la Corona Española y los territorios de la Nueva España. Ofrecía intercambios culturales y diplomáticos, además de reconocer los territorios españoles en América. De esta manera, Japón se convirtió en el primer país de Asia en establecer relaciones con México.