OCIO Y ENTRETENIMIENTO

¿Te enamoras a primera vista de un atardecer o amanecer? Conoce los detalles más ocultos de la opacarofilia

Conoce los detalles más ocultos de la opacarofilia

Conoce los detalles más ocultos de la opacarofilia.Créditos: Pinterest
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El ocaso suele considerarse uno de los espectáculos visuales más bonitos de experimentar. Cuando el sol se oculta en el horizonte nos regala una amplia gama de colores cálidos, llenos de vida, añoranza y belleza que despiertan distintos tipos de emociones en las personas que los ven, desde una sensación de clima máximo de paz hasta el mayor estado de alegría y felicidad.

Los analistas y expertos afirman que el sol guarda una relación directa con el nivel de felicidad de las personas. Y es que cuando se esconde el sol al final del día, parece que se pierde entre las nubes, de manera sutil dejando su lugar para dar paso a la luna. La luz del sol emite un espectro luminoso que despierta en el cerebro del ser humano las emociones más positivas de las personas.

Hay quienes incluso asocian los atardeceres con una especie de retiro espiritual con uno mismo. Una cita con la naturaleza y el universo, donde a través de mirar fijamente, siempre que se pueda, al sol, el individuo reflexiona acerca de sus pensamientos más íntimos. Una especie de confesión al aire de los sentimientos más ocultos. Además, los expertos y profesionales de la salud mental corroboran que reflexionar mirando los atardeceres potencia la energía de las personas, ya que el atardecer en sí representa cómo se acaba el día, lo que invita a las personas a pensar acerca de todo lo acontecido desde que sonó el despertador.

Hay cierta tendencia a asociar ocio y entretenimiento con jugar a fútbol, ser entrenador de pádel o probar fortuna en juegos como los disponibles en https://www.casino777.es/ruletas, pero desconectar de la rutina va mucho más allá y se puede conseguir con acciones sencillas y al alcance de todos.

¿Qué es la opacarofilia?

¿Eres adicto a mirar atardeceres? ¿Entre tus planes favoritos está el sentarte en un picnic con la mirada perdida en el infinito? ¿Te consideras de esos locos apasionados que buscan distintas formas en las nubes y disfrutan con el último rayo del sol? ¿Priorizas en tu viaje de vacaciones lugares con paisajes increíbles que te permitan observar y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro?

Si la respuesta es afirmativa para alguna de las preguntas anteriores, estás de suerte, porque tienes opacarofilia, que lejos de parecer una palabra rara y anormal, es una de las sensaciones y experiencias más bonitas del mundo.

La oparacarofilia puede considerarse como un sentimiento que desarrollan ciertos sere humanos a través del cual son capaces de ver más allá de un simple atardecer o amanecer. Por norma general, estas personas priorizan un buen lugar para ver el atardecer incluso más que otras opciones de ocio como puede ser una buena playa o zona de restaurantes.

Puede describirse como una especie de adoración incondicional por los atardeceres y amaneceres, es decir por el sol en su máxima representación de belleza. Una sensación que conecta las emociones positivas y de añoranza de la personas con la sensación de bienestar. Algo parecido como a sentirse en el paraíso, en la cima de la calma, la paz y la tranquilidad. Más que un gusto por ver atardeceres es el propósito de muchas personas de encontrar la zona ideal para disfrutar de esta especie de don.

A mitad de camino entre opacarofilia y hesperidofilia

A priori pueden parecer términos similares, pero hay una pequeña diferencia que pone el límite entre una sensación y otra.

Mientras la opacarofilia hace referencia a esa admiración por los atardeceres que te hace buscar siempre el mejor lugar para disfrutar de este momento allá donde estés; la hesperidofilia solo hace referencia a la pasión y el deseo de observar atardeceres, una fascinación extrema por la sensación de paz y tranquilidad que regalan los últimos rayos de sol; así como esa gama de colores infinita que llena de vida el cielo y el firmamento.

La opacarofilia formaría parte del grupo de conceptos raros que albergan significados profundos como la oniomanía y ese ímpetu por comprar.

Y es que ya lo decía Joaquín Sorolla, que para él pintar atardeceres significaba tener la libertad de expresar sus sentimientos a través de un atardecer, mucho más allá de una simple actividad artística. Un placer sensorial y espiritual que le permitía dejar el mundo terrestre para adentrarse en una nueva dimensión llena de paz y vida, que comparte con el mundo a través de su lienzo.

Los mejores atardeceres de México

No es ningún secreto que México es uno de los destinos turísticos más de moda en los últimos años. De hecho, una gan parte del PIB del país pertenece al sector del turismo, que supone un alto aliciente para el crecimiento económico del país.

Además de por sus playas, su excelente gastronomía y las diversas curiosidades, historias y leyendas que guarda la cultura mexicana, México también se ha hecho viral en todo el mundo por la belleza de sus paisajes, ideales para los fanáticos que viajan en busca del mejor escenario para potenciar su opacarofilia, o en su defecto, su hesperidofilia.

Según a quién le preguntes, el orden de la lista puede variar, pero sin duda alguna y en base a muchas encuestas y estudios relacionados con el turismo más natural de México estos serían los lugares más increíbles para disfrutar de un atardecer.

Desde la Playa de los Enamorados, Los Cabos, ideal para acabar o empezar el día dejando al sol colarse entre los poros de la piel; la Playa del Carmen, Quintana Roo y el Malecón de Puerto Vallarta.

Puerto Vallarta es uno de los enclaves mexicanos más visitados a nivel nacional e internacional por la belleza de sus lugares. Y otra de las citas imprescindibles para los amantes de los atardeceres es Sonora, que según varias revistas de turismo lo consideran como uno de los atardeceres más únicos, irresistibles y llenos de belleza de México.

Al fin y al cabo lo bonito de los atardeceres reside en el punto de mira de la persona que lo observa. Por lo que habrá quienes prefieran la fusión de colores cálidos y quienes sean más partidarios de un atardecer más frío.