Una de las agrupaciones más queridas y solicitadas por el público mexicano, sin duda es Banda MS. El grupo actual más tradicional que sigue conservando el estilo, esencia y ritmo de la banda sinaloense, pues recordemos que son originarios de Mazatlán.
Y recientemente, uno de sus vocalista dejó en evidencia que a donde quiera que van, ya sea como banda o individualmente, siempre serán aclamados por la gente.
Alan Ramírez se avienta palomazo en lancha en plena playa de Mazatlán
La conexión que Banda MS ha creado con la gente por medio de su música, letras y ritmo, les han permitido posicionarse dentro de la industria musical como uno de los artistas favoritos. Además, cada uno de los miembros de la agrupación siempre se esfuerzan para crear momentos mágicos e inolvidables para sus seguidores.
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Tal es el reciente caso del vocalista Alan Ramírez, quien logró sorprender a un grupo de gente con una interpretación inigualable en medio de la playa de Mazatlán y desde su yate. Resulta que el cantante se encuentra de vacaciones por la bella ciudad, y en un momento de disfrutar el sol, la playa y la arena, Alan decidió deleitar con su voz.
El video del momento lo compartió el mismo intérprete de "Tengo que colgar", y en este se puede observar como se queda a la orilla de su yate mientras pasa a lado de un grupo de turistas que además llevan su propia banda. Es el tema "El color de tus ojos" con el que acaparó las miradas y el video tiene como descripción "Pisteando con mis compás", sin duda un momento de goce para el cantante.
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Redes reaccionan al video de Alan Ramírez cantando desde su yate
Chamonic, la experta en notas de espectáculos, fue una de las primeras en compartir la anécdota del cantante y cabe destacar que hace el hincapié muy importante en el nivel de profesionalismo y pasión que tiene en la música. Pues hasta donde se sabe, el cantante se encuentra de vacaciones y ni en esos momentos deja de lado a sus seguidores y la cantada.
Pero eso no fue lo único, pues tal parece que fue un concierto privado con todo y complacencias para aquellos que se atrevieran a pedirle una canción, lo que inevitablemente aumentó la emoción y la euforia entre los presentes.