Adal Ramones atraviesa una etapa en la que el ruido externo dejó de marcarle el ritmo. Mientras su nombre vuelve a colocarse en la conversación pública por su participación en La Granja VIP, el conductor y actor decidió enfrentar las críticas desde un lugar poco común en la industria: la calma absoluta. En un encuentro con TVyNovelas, el regiomontano habló sin filtros sobre el juicio del público, su postura ante las redes sociales y el momento personal que atraviesa.
Lejos del personaje explosivo que durante años dominó la televisión, Adal se muestra hoy reflexivo, consciente y enfocado en lo que considera verdaderamente importante.
La Granja VIP y la polémica con Adal Ramones
El reality de TV Azteca ha generado opiniones divididas desde su estreno, pero Adal Ramones dejó claro que no permite que esos comentarios influyan en su estabilidad emocional. Aseguró que desde hace años tomó la decisión de no leer mensajes en redes sociales y mantenerse al margen del linchamiento digital que suele acompañar a los programas de alto impacto.
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Para él, las críticas son parte natural del oficio. Recordó que incluso grandes producciones internacionales fracasan pese a inversiones millonarias, simplemente porque el público decide no conectar con ellas. En ese sentido, explicó que ningún proyecto está exento del juicio externo y que aprender a convivir con ello es una herramienta básica de supervivencia artística.
“Tengo la piel gruesa”: la filosofía de Adal Ramones
Adal fue contundente al explicar que desarrolló lo que él llama “piel gruesa”. No como un escudo de arrogancia, sino como un mecanismo de autocuidado. Según sus palabras, engancharse con comentarios negativos solo roba energía que podría invertirse en la familia, el trabajo y los proyectos personales.
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El conductor subrayó que su tranquilidad nace de algo muy concreto: vive de un trabajo honesto que le permite disfrutar su vida, viajar con sus hijos, compartir tiempo con su esposa y mantener estabilidad. Eso, dijo, pesa mucho más que cualquier crítica en redes.
Durante la conversación, Adal también habló de su estilo de vida, marcado por la disciplina y la ausencia de excesos. Comentó que nunca ha sido una persona de vicios y que esa decisión le ha permitido mantenerse activo y enfocado durante décadas.
Más allá del éxito profesional, confesó que lo que realmente lo mantiene con energía es su familia. Hablar de sus hijos le provoca entusiasmo genuino, y compartir tiempo con ellos se ha convertido en uno de sus mayores motores emocionales.
Adal Ramones encuentra el teatro como refugio y nueva etapa creativa
Mientras las críticas por La Granja VIP continúan circulando, Adal Ramones vive un momento especial en el teatro con Un cuento de Navidad, el musical, donde interpreta a Scrooge. La obra, que se presenta del 20 al 28 de diciembre en el Nuevo Teatro Silvia Pinal, representa para él una conexión directa con la esencia de su oficio.
El personaje, marcado por la transformación y la redención, parece llegar en un punto clave de su vida. Adal no solo actúa, reflexiona y se reencuentra con el público desde un lugar más íntimo, lejos del escándalo y más cerca de la emoción.
Adal Ramones cerró su postura con una reflexión que resume su presente. Explicó que dejó de leer comentarios no solo por los negativos, sino también por los positivos, ya que ambos pueden convertirse en una trampa si se toman como verdad absoluta.
En tiempos donde la validación digital parece imprescindible, su respuesta a las críticas por La Granja VIP no llega desde la confrontación, sino desde la experiencia. Con trabajo constante, enfoque personal y una vida equilibrada, Adal demuestra que el verdadero éxito no siempre hace ruido… pero sí deja huella.