PERFUME

¿Qué significa usar perfume todos los días, según la psicología?

La esencia de un aroma en la vida cotidiana puede impactar en nuestra psicología. ¿Cómo lo hace?

Usar perfume todos los días no solo implica una decisión estética, sino que también refuerza ciertos aspectos de la identidad personal.
Usar perfume todos los días no solo implica una decisión estética, sino que también refuerza ciertos aspectos de la identidad personal.Créditos: Pexels-Canva
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El perfume es mucho más que un simple accesorio dentro de la rutina diaria de muchas personas. Se trata de una composición minuciosa de esencias naturales o sintéticas que, al combinarse, generan fragancias únicas y distintivas. Su presencia no solo responde a una cuestión estética o de higiene personal, sino que también se encuentra ligada a la identidad y la personalidad.

El uso de perfumes ha sido una práctica milenaria, utilizada en diferentes culturas con propósitos que van desde lo ritual hasta lo terapéutico. La fragancia elegida puede convertirse en una firma olfativa, un sello que permite a los demás identificar a una persona sin necesidad de verla. Pero, ¿cómo impacta realmente en nuestra psicología el uso constante de perfume?

El uso de perfumes ha sido una práctica milenaria con propósitos que van desde lo ritual hasta lo terapéutico. Crédito Pexels

El perfume y su relación con la identidad personal

Usar perfume todos los días no solo implica una decisión estética, sino que también refuerza ciertos aspectos de la identidad personal. De acuerdo con la Universidad Autónoma de Hidalgo, las fragancias generan un impacto positivo en las personas debido a su composición a base de materias primas odoríferas agradables, lo que produce un placer sensorial significativo.

Esto significa que elegir un aroma específico puede ser una manera de manifestar emociones y estados de ánimo, además de comunicar rasgos particulares de la personalidad.

Por otro lado, el perfume influye en la manera en que los demás perciben a una persona, ya que el olfato está vinculado con la memoria y las emociones. Un aroma puede evocar recuerdos específicos y generar asociaciones duraderas en la mente de los demás, lo que lo convierte en una herramienta poderosa para construir una imagen personal.

Impacto emocional y neuronal de las fragancias

Desde el punto de vista neurológico, los perfumes tienen un efecto directo en el cerebro. La académica Julia María Magdalena explica que el olfato es capaz de detectar una gran cantidad de aromas, los cuales pueden desencadenar diversas sensaciones corporales y emocionales.

Al inhalar una fragancia agradable, el cerebro libera serotonina, la hormona de la felicidad, lo que puede inducir estados de bienestar y reducción del estrés. En este sentido, hay quienes consideran el perfume como una herramienta de refuerzo emocional, ya que contribuye al fortalecimiento de la autoestima, la seguridad y la confianza personal.

Al elegir una fragancia, muchas personas buscan potenciar ciertos aspectos de su carácter o transmitir una impresión específica a los demás, convirtiéndolo en una extensión de su personalidad.

Aromas y recuerdos: una conexión sensorial

El Instituto de Rehabilitación Neurológica de España destaca que algunas notas olfativas pueden generar impulsos negativos asociados a momentos incómodos del pasado, lo que podría alterar el estado emocional de una persona. No obstante, en la mayoría de los casos, el perfume es un elemento que ayuda a evocar recuerdos agradables y a reforzar la identidad.

Además, los expertos aseguran que el uso frecuente de fragancias podría estar relacionado con la expresión de necesidades afectivas en la interacción social. La elección de un perfume en particular no es un acto al azar, sino que revela detalles del carácter y de la historia personal, permitiendo que ese aroma se grabe involuntariamente en la memoria de los demás.

El perfume como herramienta psicológica

Usar perfume a diario no solo responde a una búsqueda estética o de cuidado personal, sino que también tiene una influencia psicológica significativa. Desde su impacto en la identidad y la confianza hasta su capacidad para evocar recuerdos y mejorar el estado de ánimo, las fragancias juegan un papel clave en la vida cotidiana.

Si bien algunos aromas pueden provocar respuestas emocionales inesperadas, en general, el perfume se percibe como un recurso valioso para la expresión personal y el bienestar emocional. Por ello, elegir una fragancia no es solo una decisión estética, sino también una forma de comunicar quiénes somos y cómo queremos ser recordados.