Al buscar hoteles, es importante tomar en cuenta que los precios varían según la estación del año, la categoría del establecimiento y la ubicación. La buena noticia es que existen tendencias claras sobre cuándo es el mejor momento para reservar un hotel, que pueden ayudarte a obtener las mejores opciones en cuanto a precio y disponibilidad.
Reservar con anticipación
La anticipación con la que hagas tu reserva impactará en el precio. En destinos muy solicitados, los hoteles suelen lanzar promociones con meses de anticipación para procurar que las habitaciones se ocupen más rápido. En cambio, en lugares menos concurridos, los descuentos suelen anunciarse en fechas cercanas a la estadía.
Para viajes nacionales, reservar entre 10 y 20 días antes de la llegada suele ser una buena estrategia. En cambio, para destinos internacionales, lo recomendable es apartar la habitación entre uno y tres meses antes. Durante la temporada alta, como vacaciones de verano o días festivos importantes, es preferible asegurar un hospedaje con más tiempo de anticipación.
Si viajas a un destino con eventos masivos, como festivales, ferias o congresos, la demanda puede hacer que los precios suban rápidamente. En estos casos, reservar al menos seis meses previos garantiza mejores tarifas y opciones de hospedaje, así que ponte listo.
¿Cuándo es el mejor momento para reservar un hotel según el día de la semana?
Las tarifas no solo dependen de la anticipación, sino también del día de la semana en que hagas la reserva. Datos de plataformas especializadas muestran que los martes y miércoles suelen tener precios más bajos, ya que es cuando las cadenas hoteleras ajustan sus tarifas según la ocupación que esperan tener.
Por otro lado, reservar en viernes o sábado puede resultar más costoso. La demanda aumenta durante el fin de semana, especialmente en destinos turísticos, lo que incrementa las tarifas.
La estancia también influye en el precio. Alojarse entre semana, de martes a jueves, suele ser más barato que los fines de semana. Muchas personas viajan los viernes o sábados, lo que hace que los precios suban.
Temporada baja: una estrategia efectiva para ahorrar
La mejor fecha para reservar hotel también tiene que ver con las vacaciones oficiales. Si tienes flexibilidad en tus fechas de viaje, elegir temporada baja es una excelente estrategia para conseguir mejores precios. Durante estos periodos, los hoteles reducen sus tarifas para atraer visitantes y evitar habitaciones vacías.
Las temporadas bajas varían según el destino. En zonas de playa, los meses siguientes a las vacaciones de verano suelen ser más accesibles. En ciudades con turismo de negocios, los fines de semana pueden ofrecer mejores precios, ya que la demanda baja considerablemente.
Reservar en temporada baja no solo reduce costos, sino que también brinda mayor disponibilidad en habitaciones y opciones de hospedaje. Además, las atracciones turísticas están menos llenas, lo que mejora la experiencia.
Beneficios de las membresías y programas de recompensas
Muchos hoteles y agencias de viajes ofrecen programas de lealtad que otorgan descuentos y beneficios exclusivos a sus miembros. Estos programas acumulan puntos por cada reserva, los cuales pueden canjearse por noches gratuitas, mejoras de habitación o servicios adicionales.
Además, algunas tarjetas de crédito tienen alianzas con cadenas hoteleras y permiten obtener descuentos especiales. Si viajas seguido, registrarte en estos programas puede ayudarte a ahorrar significativamente a largo plazo.
Toma en cuenta los factores que te mencionamos y decide cuándo es el mejor momento para reservar un hotel para tu próximo viaje. Recuerda que ajustar las fechas y aprovechar las tendencias de precios puede hacer la diferencia en el costo de la estadía. Con una buena estrategia, es posible encontrar hospedaje de calidad sin afectar de más el presupuesto de tu viaje.