Elegir el aceite adecuado para la preparación de nuestros alimentos es una decisión crucial que afecta directamente nuestra salud. En la República Mexicana, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha realizado un análisis exhaustivo para identificar aquellas marcas que podrían impactar negativamente en el bienestar de los clientes.
En el mercado, los aceites vegetales se dividen generalmente en dos tipos: Los aceites vegetales puros, que provienen de una sola planta como soya, maíz u oliva, y los aceites vegetales comestibles o mixtos, que resultan de la mezcla de diferentes aceites.
Según la Asociación Nacional de Industriales de Aceites y Mantecas Comestibles (ANIAME), el 78% del aceite consumido en México es de tipo comestible, mientras que solo el 22% corresponde a aceites puros.
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¿Cuáles son las peores marcas de aceite de cocina, según Profeco?
El estudio realizado por Profeco se centró en 61 aceites vegetales, tanto puros como combinados, y reveló cuáles contienen altos niveles de grasas saturadas, un componente considerado altamente perjudicial.
Los expertos identificaron tres productos que, al someterse a rigurosas pruebas de calidad, presentaron un contenido excesivo de grasas saturadas:
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- Aceite vegetal comestible Capilla
- Aceite vegetal comestible Villa Campo
- Aceite vegetal comestible Victoria
La química farmacéutica bióloga María Eugenia Corona, encargada del análisis, explicó que las grasas saturadas son densas y pueden obstruir las arterias, lo que aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares. Por esta razón, se recomienda optar por artículos que tengan un menor contenido de este elemento.
Recomendaciones de Profeco sobre el uso de aceite de cocina
La Profeco ofrece un consejo clave para el organismo: Evitar reutilizar el aceite de cocina. El sobrecalentamiento del aceite, especialmente cuando empieza a echar humo, genera compuestos tóxicos que no solo alteran el sabor y el color, sino que también pueden ser peligrosos para el cuerpo. Los aceites reutilizados pueden afectar gravemente la calidad de los alimentos y, con el tiempo, generar problemas de salud.
La calidad de los productos de cocina que adquirimos tiene un impacto directo en nuestra salud, por lo que debemos ser conscientes al hacer nuestras compras, principalmente al seleccionar el aceite de nuestra preferencia.