RECOMENDACIONES DE PROFECO

¿Qué atún te hace más daño: agua o aceite?

Un análisis de la Profeco revela las diferencias nutricionales entre el atún en agua y en aceite, ayudando a los consumidores a elegir la opción más saludable según sus necesidades dietéticas.

La decisión entre atún en agua o en aceite no es solo una cuestión de sabor, sino también de contenido calórico, graso y de sodio
La decisión entre atún en agua o en aceite no es solo una cuestión de sabor, sino también de contenido calórico, graso y de sodioCréditos: Pexels-Canva
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El atún enlatado es un alimento básico en muchas despensas mexicanas, valorado por su versatilidad, precio accesible y beneficios nutricionales como su alto contenido de proteínas y omega-3. Sin embargo, la elección entre atún en agua y en aceite genera dudas entre quienes buscan opciones que se alineen con sus objetivos de salud, como reducir calorías o grasas.

La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha analizado estas presentaciones para aclarar cuál es la mejor según las necesidades dietéticas, desmitificando ideas comunes sobre su impacto en la salud. Este tema es especialmente relevante en un país donde el atún enlatado es uno de los productos más consumidos, con una amplia variedad de marcas en el mercado.

La decisión entre atún en agua o en aceite no es solo una cuestión de sabor, sino también de contenido calórico, graso y de sodio, factores que pueden influir en la salud cardiovascular y el control de peso. Mientras que algunos prefieren el atún en agua por su menor contenido calórico, otros optan por el de aceite por su sabor más intenso, sin considerar las implicaciones nutricionales.

Este artículo, basado en el análisis de Profeco, explora las diferencias entre ambas opciones y ofrece recomendaciones para elegir la mejor según el estilo de vida. A continuación, detallamos las características de cada presentación y su impacto en la dieta.

Diferencias nutricionales entre atún en agua y en aceite

El atún en agua es generalmente la opción más recomendada para quienes buscan una dieta baja en calorías y grasas, según el análisis de Profeco. Este tipo de atún contiene menos calorías, con un promedio de 100 kcal por cada 100 gramos, y un menor contenido de grasa, lo que lo hace ideal para personas que buscan controlar su peso o reducir el consumo de lípidos.

Sin embargo, al drenar el agua, se pueden perder algunos nutrientes hidrosolubles, como ciertas vitaminas del complejo B. A pesar de esto, el atún en agua suele tener menos sodio, lo que beneficia a quienes monitorean su presión arterial.

Comparación de grasas y sabor

Por otro lado, el atún en aceite tiene un mayor contenido calórico, con hasta 200 kcal por cada 100 gramos, debido al aceite vegetal, que aporta grasas adicionales, aunque no necesariamente perjudiciales si se consume con moderación.

El aceite, que puede ser de soya, girasol u oliva, mejora el sabor y la textura, haciendo que el atún sea más jugoso y apetecible para muchos consumidores. Sin embargo, este tipo de atún puede contener más sodio, lo que requiere precaución en personas con hipertensión o problemas renales. Profeco sugiere drenar el aceite para reducir las calorías.

Factores a considerar al elegir

La elección entre atún en agua o en aceite depende de las necesidades dietéticas y preferencias personales de cada consumidor. Para quienes buscan una opción baja en calorías y grasas, el atún en agua es la mejor elección, especialmente si se combina con ingredientes frescos como ensaladas.

Por otro lado, el atún en aceite puede ser preferible para quienes priorizan el sabor y no tienen restricciones calóricas, siempre que se consuma en porciones controladas. Profeco enfatiza la importancia de leer las etiquetas para verificar el contenido de sodio y el tipo de aceite utilizado, ya que el aceite de oliva puede ofrecer beneficios adicionales por sus grasas saludables.

Impacto en la salud y recomendaciones

El consumo excesivo de cualquier tipo de atún enlatado puede tener implicaciones para la salud, especialmente por el sodio, que está presente en ambas presentaciones y puede contribuir a problemas cardiovasculares si no se modera. Profeco recomienda limitar el consumo a dos o tres porciones semanales y combinar el atún con una dieta equilibrada rica en frutas y verduras.

Además, las personas con dietas específicas, como las bajas en sodio o grasas, deben prestar atención a los valores nutricionales en el empaque. Elegir marcas de calidad y drenar el líquido de conservación, ya sea agua o aceite, puede minimizar los riesgos asociados.

Conclusión: La mejor opción depende de ti

El atún en agua y en aceite tiene ventajas y desventajas, pero ninguna de las dos opciones es intrínsecamente dañina si se consume con moderación y dentro de una dieta equilibrada. El atún en agua destaca por ser bajo en calorías y grasas, ideal para quienes buscan opciones ligeras, mientras que el atún en aceite ofrece un sabor más rico, adecuado para platillos más elaborados.

Gracias al análisis de Profeco, los consumidores pueden tomar decisiones informadas, considerando factores como calorías, sodio y preferencias personales. En última instancia, leer las etiquetas y ajustar el consumo según las necesidades individuales es la clave para disfrutar del atún sin comprometer la salud.