Los bebés tienen un olor característico que no solo es agradable, sino que cumple una función esencial en su desarrollo emocional y físico. Este aroma natural, especialmente el de la piel de la madre, proporciona seguridad y calma al recién nacido, ayudándolo a reconocer a sus cuidadores y a fortalecer el vínculo afectivo.
Sin embargo, la tradición de perfumar a los bebés con colonias infantiles sigue siendo común en muchas familias, a pesar de las advertencias de los pediatras. Según especialistas, el uso de fragancias en los más pequeños puede generar riesgos significativos, especialmente en los primeros meses de vida. Por ello, los expertos insisten en priorizar la higiene sobre el uso de perfumes.
Riesgos de las colonias en la piel sensible de los bebés: el aroma natural del bebé y su importancia
El principal motivo para evitar los perfumes en bebés menores de tres años es la alta sensibilidad de su piel, que es más delgada y permeable. Según Carmela Martínez, jefa de Pediatría del Hospital Universitario del Henares, las fragancias pueden provocar efectos tóxicos, especialmente por la posibilidad de ingestión accidental, como cuando los bebés chupan sus manos.
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Además, el sistema olfativo de los bebés, aún inmaduro durante los primeros 6 meses, puede verse afectado por olores fuertes, lo que interfiere en su capacidad para reconocer a sus padres o la leche materna. Las colonias contienen sustancias alérgenas, como las 26 identificadas por el Comité Científico de la Comunidad Europea, que pueden desencadenar alergias o irritaciones cutáneas.
Impacto en el desarrollo olfativo y emocional
El olfato es un sentido crucial para los bebés, ya que les permite identificar a sus cuidadores y encontrar consuelo en entornos familiares. María Luz García, jefa de Pediatría y Neonatología del Hospital Universitario Severo Ochoa, explica que el uso de colonias puede anular estos olores naturales, afectando el sistema de reconocimiento del bebé y generando confusión.
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Además, las sustancias químicas presentes en los perfumes, como alcohol o parabenos, pueden ser absorbidas con facilidad por la piel sensible de los bebés, aumentando el riesgo de sensibilizaciones alérgicas a largo plazo. Por ello, los expertos subrayan que perfumar a un bebé responde más a un deseo estético de los adultos que a una necesidad real del niño.
Recomendaciones para el cuidado de los bebés
Los pediatras coinciden en que la mejor forma de mantener a un bebé con un olor agradable es a través del baño diario y el cambio frecuente de ropa, evitando productos con fragancias.
Si los padres consideran necesario usar una colonia, Pepe Serrano, miembro de la Asociación Española de Pediatría (AEP), sugiere esperar hasta los dos años y aplicar pequeñas cantidades sobre la ropa, nunca directamente en la piel.
Es fundamental elegir productos sin alcohol ni componentes irritantes, como parabenos, y verificar que cuenten con certificaciones de seguridad. Asimismo, se recomienda evitar la combinación de colonias con otros productos, como cremas solares o repelentes, para minimizar riesgos de reacciones adversas.
Priorizando la salud y el bienestar del bebé
El uso de perfumes en bebés no solo es innecesario, sino que puede tener consecuencias negativas para su salud y desarrollo. Los especialistas enfatizan que la limpieza y el cuidado natural son suficientes para garantizar el bienestar de los más pequeños, sin exponerlos a riesgos innecesarios.
La recomendación general es evitar las colonias al menos durante los primeros tres años de vida, privilegiando el aroma natural que fortalece el vínculo entre padres e hijos. En un contexto donde la salud de los bebés es lo primero, los padres deben informarse y elegir productos seguros, consultando siempre las certificaciones y recomendaciones de los pediatras.
