La Rosa de Guadalupe, reconocida serie de antología mexicana, generó controversia en 2007 al abordar el tema del cosplay en un episodio titulado 'Cosplay: salvemos al mundo'. En dicho capítulo, dos actores se disfrazaron de personajes de anime, siendo uno de ellos una interpretación de Gokú, el icónico héroe de Dragon Ball.
La emisión de este episodio coincidió con la lamentable noticia del fallecimiento del creador de Dragon Ball, Akira Toriyama, impactando a la comunidad de fanáticos que sigue apasionadamente la serie desde sus inicios en los años 80. Dragon Ball, aún en la actualidad, continúa siendo transmitida en diversos canales de streaming y televisión, consolidándose como un referente en la cultura pop.
El personaje de Gokú, conocido por transformarse en 'súper saiyajin' y combatir contra enemigos en busca de las esferas del dragón, ha inspirado a muchos fanáticos a participar en la práctica del cosplay. Esta actividad, donde los participantes se visten y caracterizan como sus personajes favoritos, ha ganado popularidad entre aquellos que buscan rendir homenaje a sus íconos de la cultura pop.
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En el episodio de La Rosa de Guadalupe, el actor encargado de personificar a Gokú llevaba una peluca con los característicos cabellos puntiagudos, así como el reconocible traje naranja y azul del héroe. Acompañado por una amiga, quien también se encontraba disfrazada de un personaje de anime, posiblemente Sakura, la trama giraba en torno a la aceptación de la manera de vestir de las personas, destacando la importancia de respetar las elecciones individuales sin importar las diferencias.
Sin embargo, el episodio no fue bien recibido por ciertos sectores de la audiencia, especialmente aquellos que se autodenominan fanáticos del anime y la cultura japonesa. Las críticas apuntaron hacia los diálogos considerados "ridículos" y la percepción de que el episodio más bien parecía una parodia.
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En plataformas como YouTube, los comentarios reflejaron el descontento de algunos espectadores. Uno de ellos señaló que el capítulo era recordado como una burla a la comunidad otaku, al anime y al manga. A pesar de reconocer que existen fanáticos que pueden causar incomodidad, expresó que La Rosa de Guadalupe llevó el concepto de "cringe" al extremo, considerando que la emisión exacerbó la exageración propia de Televisa y otras cadenas de televisión, incluso fuera de México.
Otro comentario resaltó la necesidad de aceptar las elecciones de vestimenta de las personas, pero también advirtió sobre la importancia de no llevar esta afición al extremo de adoptar una nueva identidad y visión de la realidad. La polémica generada por este episodio sigue siendo recordada y discutida por los seguidores del anime y la serie mexicana.