La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ha definido seis clases sociales en México según los ingresos y empleos de las familias. Si te has preguntado a cuál perteneces, tu salario y tipo de empleo pueden darte la respuesta. Profeco considera estas divisiones cruciales para entender la estructura socioeconómica del país.
Las clases sociales según la Profeco
Son seis, llamadas: Baja baja, Baja alta, Media baja, Media alta, Alta baja y Alta alta. La clase Baja baja incluye a trabajadores temporales y desempleados, mientras que la Baja alta comprende a obreros y campesinos. La Media baja abarca a oficinistas y técnicos, y la Media alta a profesionales con buenos salarios. La Alta baja está formada por familias ricas de varias generaciones, y la Alta alta por las familias más acaudaladas del país.
Análisis de las Clases Sociales en México y América Latina
El estudio “Cuantificando la Clase Media en México 2010-2020” realizado por el Inegi revela datos interesantes sobre la distribución de ingresos en el país. Aquí están los puntos clave:
Clase Baja, Media y Alta:
- El 36.8% de los asalariados en México pertenece a la clase baja.
- El 42.2% se encuentra en la clase media.
- El 22.7% forma parte de la clase alta.
La clase media destina sus ingresos principalmente a educación y cultura, mientras que la clase alta invierte más en tarjetas de crédito y transferencias.
Clasificación del Banco Mundial:
Además de la clasificación de la Profeco, el Banco Mundial divide las clases sociales en cuatro categorías. Estas divisiones ayudan a entender la distribución de ingresos y la calidad de vida en América Latina y el Caribe.
- Pobreza extrema: Personas en condiciones de extrema necesidad económica.
- Pobreza mediana: Aquellos que no están en la extrema pobreza pero aún enfrentan dificultades económicas.
- Población vulnerable: Grupos susceptibles a caer en la pobreza.
- Clase media: Un segmento con ingresos estables y acceso a servicios básicos.
Conocer tu clase social no solo es una cuestión de curiosidad, sino también de entender mejor tu posición en la sociedad y cómo tus ingresos impactan tu estilo de vida y oportunidades. Es fundamental estar informado y tomar decisiones que puedan mejorar tu situación económica y social.