Nina Cervantes: la voz del América y mamá de éxito que rompe el machismo en el deporte

Nina Cervantes, reconocida por millones como la voz del América y una de las figuras más influyentes del deporte en México, compartió en una entrevista exclusiva los retos, sacrificios y aprendizajes que han moldeado su carrera. Más que una locutora, es una pionera que abrió camino en un espacio dominado históricamente por hombres, sin renunciar al sueño de la maternidad.

Madre, profesional y pionera: el reto de ser Nina Cervantes

Aunque el micrófono la alcanzó desde los 15 años, Nina Cervantes siempre tuvo claro que quería vivir su maternidad a plenitud. Ser mamá no solo era un deseo, era su identidad: ella quería ser “la mamá fotógrafa, ecológica, vocal, organizadora, la de la ronda”.

Cuando decidió embarazarse, su vida profesional dio un giro completo para permitirle convertirse en la madre que soñaba ser, sin abandonar su pasión por la comunicación.

La clave de la felicidad: rutina y límites

Para Nina, el éxito dentro y fuera de casa tiene dos pilares: la rutina y los límites. Ambos, asegura, son actos profundos de amor.

• Rutina implacable: La implementaba sin excepción, incluso si estaban en una posada o un cumpleaños. La hora de dormir y de cenar se respetaba “donde fuera y como fuera”.
• Límites que educan: Para ella, poner límites es la mayor demostración de amor. No espera a que el niño llegue al extremo, sino que actúa “en la primera llamada y se acababa”.

Con tres hijos —hoy de 17, 14 y 12 años— la rutina fue indispensable, sobre todo porque su familia y la del padre de sus hijos vivían lejos.

El mayor desafío: el berrinche y la comparación

Pese a su disciplina, Nina enfrentó retos inesperados en la crianza. Su tercer hijo, un niño, llegó con un “nivel de berrinche” que la obligó a replantear su visión. Antes pensaba que una madre que no controlaba a su hijo “no hacía nada”. Pero la experiencia la llevó a entender que algunos niños simplemente necesitan un tiempo para calmarse antes de dialogar.

También vivió el desafío de la comparación entre hermanos. De hecho, compartió una anécdota entre divertida y conmovedora: tras tener dos niñas, cuando nació su hijo pensó que sus testículos eran “tumores”. Entre el posparto, el miedo y la falta de costumbre, lloró al no comprender esos “accesorios que yo no conocía”.

Rompiendo la brecha de género: el legado de Nina en el fútbol

La carrera de Nina Cervantes simboliza el avance de las mujeres en el deporte. Su voz se convirtió en un parteaguas dentro de los estadios en un momento clave para el fútbol mexicano: el nacimiento de la Liga Femenil.

• La orden de la Federación fue contundente: “Esto llegó para quedarse.”
• Comisarias, directivas, árbitras, entrenadoras: las mujeres ocuparían un lugar definitivo en el deporte.

Nina asegura que jamás enfrentó comentarios machistas en su trabajo, en parte porque llegó justo en un momento de transformación profunda donde la industria ya estaba preparada para recibir voces femeninas.

El momento “Cristiano Ronaldo” con sus hijos

Uno de los recuerdos más emotivos de Nina ocurrió en un clásico con estadio lleno. Propuso que el público cantara el apellido de cada jugador. Tras finalizar, se volteó y vio a sus tres hijos mirándola con admiración absoluta.

“Los tres así… oh. Yo decía: que no me dejen de ver así nunca. Estaban viendo a Cristiano Ronaldo.”

Para Nina, ese instante fue un regalo de la vida: el reconocimiento de sus hijos al ver a su mamá dominar el estadio.

Combatiendo el machismo en casa

Nina no solo rompe moldes en su profesión, sino también en su hogar. Cuando su hijo repitió un comentario escuchado en su entorno —que un equipo masculino vencería al femenino “porque somos hombres”— la comunicadora decidió trabajar el tema durante años.

Su mensaje para él es claro: Respeta. Y cuestiona expresiones como “lloras como niña”, recordándole que su mamá también es una niña, y que no hay nada negativo en ello.

De regalo de Navidad a sueño mundialista

Cervantes compartió que su hijo Alejo tiene un talento natural para la narración deportiva. “Le encantaría ser comentarista, así como Vaca”, afirma orgullosa.

Ella, por su parte, mantiene un sueño vivo: ser la voz de la Selección Mexicana Femenil en un mundial. Su comunidad de “mamás con tenis” está lista para respaldarla cuando llegue ese momento.