La Mejormanía

La historia de Sensación Colombiana: de admirar a sus ídolos a ser su amigo

Sensación Colombiana revela su historia, amistades con sus ídolos y el accidente que casi le quita la vida en una entrevista exclusiva para La Mejormanía.
11/12/2025 · 09:51

La Mejormanía, conducida por Adrian Sierra “La Bomba”, presentó una entrevista explosiva con Sensación Colombiana, uno de los talentos más queridos en el movimiento sonidero. Arturo Díaz abrió su corazón para contar cómo pasó de construir su sonido con $500 pesos a convertirse en amigo de las leyendas que admiraba de niño. Además, aclaró el rumor de un accidente que marcó su carrera para siempre.

El nacimiento de un sueño: de dos bajos por $500 pesos a 18 años de historia

Arturo Díaz, originario de Cuautepec, Barrio Alto —mejor conocido como “Bocholandia”— comenzó su trayectoria junto a su hermano cuando tenía apenas 12 años. Se describe a sí mismo como un “musicólogo desde nacimiento”, criado entre familia bailadora de High Energy.

Sus primeros pasos fueron pura creatividad e ingenio:

  • Su primer equipo consistió en dos bajos con bocinas de 10 pulgadas comprados en $500 pesos.
  • Las primeras mezclas salían de fuentes de carro usadas como amplificadores.
  • Su sonido era tan rudimentario que las bocinas “hacían ruido”, pero la pasión lo mantenía en marcha.
  • El nombre original sería Sonido a la Sensación, pero quedó registrado como Sensación Colombiana, inspirado por su gusto por las cumbias del género colombiano.

La hermandad sonidera: de fan a amigo de las leyendas

Aunque no proviene de una familia de sonideros, Arturo aprendió desde la calle y la práctica directa:

  • Su maestro fue Gonzalo Mix, creador de Sonido Háster (Discotec), quien le enseñó desde conectar cables hasta mezclar en acetato, CD y USB.
  • Su mayor inspiración siempre fue Raúl Perea, de Estéreo Ruma 97. De niño, Arturo observaba sus sesiones desde la cabina, gracias a que su papá —taxista— lo llevaba a los bailes.
  • Años después, Raúl Perea tocó en el 15 aniversario de Sensación Colombiana y hoy mantienen una estrecha amistad.
  • También ha formado un fuerte vínculo con los hermanos Cano (Discom Canadá) y Pedro “La Conga”.

Lo que comenzó como admiración infantil se transformó en respeto profesional y camaradería sonidera.

El incidente mortal: el incendio que casi termina con su vida

Uno de los capítulos más duros de la entrevista fue la revelación del accidente que sufrió durante una peregrinación sonidera el año pasado. El incendio de su equipo, provocado por un exceso de calor y una planta de luz chorreando gasolina, lo dejó al borde de la muerte.

Arturo narró: El combustible hizo contacto con el carburador, provocando que el equipo ardiera en llamas. Logró salir, pero sufrió heridas graves, incluyendo una fractura severa en el brazo, hoy reconstruido con placas, tornillos y alambre. Considera su supervivencia como un segundo chance, un acto de fe que lo motivó a “echarle más ganas a la vida”.

La realidad del movimiento sonidero y el futuro de Sensación Colombiana

Aunque Sensación Colombiana mantiene una pasión firme por el oficio, Arturo reconoce que el movimiento sonidero atraviesa un momento complicado. La falta de remuneración y el desinterés de algunos públicos lo han llevado a considerar su proyecto como un “segundo ingreso” más que una actividad a tiempo completo.

Sin embargo, no piensa detenerse. Con casi dos décadas de trayectoria, una comunidad que lo respalda y una historia de resiliencia, Sensación Colombiana sigue firme en el escenario sonidero.

La charla con Adrian Sierra “La Bomba” dejó ver el lado más humano de Arturo Díaz: un joven que transformó la adversidad en aprendizaje, que convirtió a sus ídolos en amigos y que sigue defendiendo la cultura sonidera con orgullo.