Nuevas noticias se han dado a conocer sobre el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que le compete a todos los contribuyentes. Y es que esto lo deben conocer para evitar problemas con el organismo que siempre anda pendiente de las transacciones que se hacen.
¿Cómo declarar un préstamo ante el SAT?
El SAT ha emitido nuevas directrices para aclarar cómo deben los contribuyentes documentar los préstamos que reciben. Esto es crucial para evitar que estos préstamos sean malinterpretados como ingresos y, por ende, se les aplique impuestos indebidos.
Así que, si alguna vez has recibido un préstamo y no quieres que se convierta en un dolor de cabeza fiscal, presta atención.
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Primero, es fundamental contar con un contrato de mutuo acuerdo. Este contrato es la base que demuestra que el dinero recibido es un préstamo. Lo ideal es que este contrato esté ratificado ante un fedatario público, lo que le da una fecha cierta y mayor validez. Puedes presentar el original o una copia certificada.
Además del contrato, también necesitas un pagaré o una garantía. Este documento debe mostrar claramente que hay una obligación de devolver el préstamo en una fecha específica y, si aplica, que incluye un interés a una tasa de mercado. Esto refuerza la idea de que el dinero no es un regalo ni un ingreso, sino un préstamo que debe ser devuelto.
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Otro documento clave son los estados de cuenta bancarios. Es importante tener copias que confirmen la fecha de recepción del préstamo y, si ya pagaste algo, las fechas de los pagos. Esto ayuda a seguir la pista del dinero y demostrar su naturaleza de préstamo.
No te olvides de los registros contables. Debes presentar papeles de trabajo en formato XML que muestren cómo el préstamo se integra en tus registros contables generales. Estos registros deben incluirse en las balanzas de comprobación mensuales y enviarse electrónicamente al SAT. Esto asegura que todo está bien documentado y registrado en tus cuentas.
Y ojo, si el préstamo supera cierta cantidad, necesitarás un aviso especial. Este aviso debe ser presentado al SAT o a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF). Es crucial adjuntar una copia del acuse de recibo de este aviso, presentado a tiempo y por medios electrónicos. Esto evita cualquier sospecha de movimientos de dinero sin declarar.
Es esencial respaldar tu defensa con al menos estos documentos para evitar que el SAT presuma que el dinero recibido es un ingreso sujeto a impuestos. Aunque los préstamos no son considerados ingresos acumulables bajo circunstancias normales, aquellos que superen ciertas cantidades deben ser declarados en tu declaración anual.