El queso manchego es uno de los productos más consumidos en México, pero también uno de los que más confusiones genera en el supermercado. La Profeco analizó 29 productos y encontró quesos auténticos, procesados que se hacen pasar por manchego y hasta imitaciones con grasa vegetal que podrían engañar a los consumidores. Por eso, antes de comprar, es clave revisar el etiquetado, el tipo de grasa y la información nutrimental para identificar un queso real y evitar productos que no cumplen la norma.
La revisión incluyó quesos manchegos, reducidos en grasa, deslactosados, quesos procesados tipo manchego e imitaciones. El estudio confirmó que no todos los productos que resaltan la palabra “manchego” son realmente queso y varios presentan información incompleta o ingredientes que no corresponden a la composición de un queso auténtico.
¿Por qué algunos productos “manchego” no son queso?
Profeco identificó que cinco productos destacan la palabra manchego sin ser queso auténtico, pues pertenecen a la categoría de quesos procesados. En muchos casos, incluyen almidón, exceso de sodio y grasas que no corresponden a la elaboración tradicional. Estos productos incumplen la normatividad al utilizar denominaciones que pueden confundir al consumidor.
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Además, en las imitaciones, Profeco detectó uso de grasa vegetal, contenidos bajos de proteína y presencia de almidón, características que los alejan del queso real. Marcas como Aurrera, El Sierreño, El Campito y Alpino están clasificadas como imitaciones y no deben confundirse con queso manchego.
Diferencias entre queso manchego y tipo manchego
Una de las principales confusiones en tienda es el uso de las palabras “manchego”, “tipo manchego” y “producto procesado tipo manchego”. El queso manchego debe cumplir con porcentajes mínimos de grasa butírica, proteína y límites de humedad establecidos en la NOM-223, además de señalar el tipo de grasa utilizada y su composición completa.
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En cambio, los productos tipo manchego o procesados pueden añadir ingredientes como almidón, grasas no lácteas o colorantes. Aunque su precio suele ser menor, no ofrecen la misma calidad ni rendimiento al fundirse. Por eso, la Profeco insiste en leer cuidadosamente la etiqueta y verificar que la denominación sea “queso”.
Marcas que sí cumplen con los estándares de Profeco
Dentro del estudio, Profeco confirmó que marcas como Alpura, Bafar, Blue Bell, Bové, Caperucita, Carranco, Charrúa, Esmeralda, Flor de Alfalfa, Great Value (tipo manchego), La Villita, Nochebuena, Nutrí, Parma Sabori y Tribus de Fuego Chimex cumplen con el contenido neto, la composición y el etiquetado correcto.
También se evaluó un manchego español (Casa del Campo), que aunque cumple en composición, presenta deficiencias en su etiquetado, como lote y caducidad en etiqueta adherida, algo que también debe tomarse en cuenta al comprar.
¿Qué recomienda Profeco al comprar queso manchego?
La Profeco establece tres puntos básicos para elegir bien:
1. Lee la etiqueta completa: verifica denominación, ingredientes, tipo de grasa, contenido nutrimental, lote y fecha de caducidad. Esto ayuda a diferenciar entre queso, tipo queso e imitaciones con grasa vegetal.
2. Revisa la refrigeración: el queso debe mantenerse entre 2 y 6 °C para conservar su calidad. Un mal manejo podría afectar sabor, textura y seguridad del producto.
3. Compara precios y composición: un queso con más humedad y menos grasa debe ser más económico. Si el precio es muy bajo, podría tratarse de una imitación o de un producto con grasa vegetal.