Adoptar un gato y verlo crecer como si fuera un miembro más de la familia es el sueño o deseo de muchas personas que aman a las mascotas. Estos felinos pueden brindar una fiel compañía y llegar a tener conexiones profundas con sus dueños.
Sin embargo, los michis también tienen la fama de ser algo distantes de las personas y tener un comportamiento más "frío", en relación con la conducta normal de un perro. Pero existe un dato seguro: estos animales tienen una memoria compleja y no les es tan sencillo olvidar a sus dueños.
¿Cómo funciona la memoria de los gatos?
Los gatos poseen una buena memoria y su fama de desinteresados deriva de su concentración en otras actividades, por ejemplo, dormir u observar algo que les llamó la atención del entorno. Según información que recoge el portal The Dodo, el médico veterinario Jacob Hawthorne afirma que la mayoría de estos felinos extrañan a sus dueños cuando se van.
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Si bien pueden tener comportamientos fríos y distantes con las personas que conviven en el mismo espacio, lo cierto es que son capaces de recordar detalles esenciales de su entorno, por ejemplo, su nombre. Pero también guardan la información de sonidos y sus pertenencias:
- Cama
- Arenero
- Comedero
Además, los michis pueden reconocer rápidamente a las personas con las cuales formaron vínculos y responden a sus movimientos y voces.
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¿Cuánto tiempo recuerda un gato a una persona?
La respuesta a esta pregunta dependerá de cada caso individual y el desarrollo cognitivo del animal. Pero estas mascotas tienen una memoria a corto plazo de 16 horas y una a largo plazo que puede extenderse a meses o años.
Si recuerdan a sus dueños dependerá de qué tan importantes son para ellos. No suelen olvidarse tan fácil de las personas con las cuales formaron vínculos, pero tampoco lo hacen con quienes lo hicieron sentir amenazado, es decir, vivir experiencias no placenteras o de desagrado.
Es decir, su memoria también les permite recordar experiencias negativas y este aspecto influye en su comportamiento futuro. Pueden recordar situaciones de peligro y adaptarse a diversos entornos para sentirse seguros y sin riesgos.
En conclusión: los dueños que mantienen una relación cercana con sus gatos (con juegos, atención de necesidades fisiológicas, actividades compartidas y caricias) no serán olvidados por ellos. El vínculo afectivo que el animal entabla con las personas que lo cuidan y le generan bienestar o placer, no se olvida rápidamente, aunque a veces sus comportamientos sean distantes.