Originarias de las regiones cálidas de México, las hormigas chicatanas son una especie de hormiga voladora que emerge con la llegada de las primeras lluvias del año. Estas hormigas son altamente apreciadas en la gastronomía mexicana por su sabor y textura únicos, convirtiéndose en un verdadero tesoro culinario.
Las hormigas chicatanas, también conocidas como Atta mexicana, son una especie de hormiga cortadora de hojas. De tamaño considerable y con alas, estas hormigas realizan un vuelo nupcial al inicio de la temporada de lluvias, lo que facilita su recolección. Destacan por su exoesqueleto crujiente y su sabor ahumado y terroso, que ha capturado la atención de chefs y comensales por igual.
Comunidades y métodos de recolección
En diversas comunidades de Oaxaca, Puebla y Veracruz, la recolección de hormigas chicatanas es una actividad tradicional y comunitaria. Los habitantes salen de noche o al amanecer con lámparas y recipientes para atrapar a las hormigas mientras vuelan. Es una tarea laboriosa que requiere destreza y rapidez, ya que estas hormigas solo están disponibles por un corto periodo del año.
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Las chicatanas se encuentran principalmente en los estados de Oaxaca, Puebla y Veracruz, aunque también pueden hallarse en regiones de Chiapas y Guerrero. Una vez recolectadas, las hormigas se preparan de diversas maneras: tostadas, molidas en salsas o incluso en tacos. Su consumo no sólo es una tradición culinaria, sino que también está asociado a festividades y celebraciones locales.
El estatus de plato gourmet de las chicatanas se debe a su singular sabor, que combina notas ahumadas, terrosas y ligeramente picantes, aunque hay quienes dicen que tiene notas parecido a las almendras, avellanas o nueces. Este perfil de sabor ha llevado a muchos chefs de alta cocina a incorporarlas en sus menús, donde se utilizan en preparaciones sofisticadas y creativas.
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Un plato que incluye hormigas chicatanas puede tener un precio elevado debido a la dificultad de su recolección y su estacionalidad. En restaurantes gourmet, un platillo elaborado con chicatanas puede costar desde 500 hasta 1500 pesos mexicanos, dependiendo de la preparación y el prestigio del establecimiento.