Con la llegada del verano y el incremento de las temperaturas en México, la búsqueda de alternativas refrescantes al agua natural se intensifica. Entre las opciones preferidas, el agua mineral se destaca por su sabor distintivo y la sensación burbujeante que proporciona. Sin embargo, aunque muchas personas la consideran una alternativa saludable, es importante entender sus beneficios y posibles efectos secundarios.
El agua mineral, ya sea natural o artificialmente enriquecida, contiene dióxido de carbono bajo presión, lo que le da su característica efervescencia. Además, puede contener minerales como magnesio, calcio y potasio, que contribuyen a su perfil saludable. Estos elementos, además de ofrecer una opción refrescante, pueden ayudar a mantener una correcta hidratación y a mejorar la salud ósea, muscular y cardiovascular.
Beneficios y precauciones
Existen tres tipos de agua mineral: la natural, extraída de manantiales; la gasificada, con adición de gas carbónico; y la mineralizada, enriquecida con minerales añadidos. Profeco recomienda consumir agua mineral con moderación.
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Un estudio publicado por los Institutos de Salud de los Estados Unidos (NIH) encontró que el agua mineral puede mejorar problemas digestivos como el estreñimiento y la dispepsia. Los participantes que bebieron agua mineral reportaron una mejora en sus malestares estomacales en comparación con aquellos que bebieron agua natural.
Los minerales presentes, aunque beneficiosos en cantidades adecuadas, pueden causar problemas de salud si se ingieren en exceso. Por ejemplo, el cloruro puede aumentar la presión arterial, el fluoruro en exceso puede debilitar el esmalte dental. Por su parte, el magnesio puede provocar debilidad muscular si se consume en grandes cantidades.
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Entre los efectos secundarios de consumir agua mineral en exceso, se incluyen la inflamación debido al gas, eructos y dolor de estómago por la distensión. El exceso de ciertos minerales en el agua mineral puede tener efectos adversos. Por ejemplo, el calcio en exceso puede provocar cálculos renales y el potasio puede llevar a una concentración alta en la sangre, conocida como hiperpotasemia. El sodio, otro mineral común en el agua mineral, puede causar hipertensión arterial y retención de líquidos si se consume en grandes cantidades.
El agua mineral puede ser una opción saludable y refrescante para mantenerse hidratado, especialmente durante los días calurosos. Sin embargo, es esencial consumirla con moderación y estar consciente de sus posibles efectos secundarios para evitar problemas de salud a largo plazo.