El estudio y colección de monedas y otros objetos similares tiene miles de aficionados en Estados Unidos. Más que simples objetos de intercambio, las monedas se han convertido en piezas de alto valor coleccionable.
Un ejemplo reciente es la moneda de 5 centavos de 1983, que ha llamado la atención de coleccionistas y casas de subasta, alcanzando valores sorprendentes de hasta 1,000 dólares.
¿Cuál es la moneda de 1983 que se vende a 1,000 dólares?
El diseño de esta moneda es una de sus características distintivas. En el anverso, aparece el rostro de Thomas Jefferson junto a las frases "IN GOD WE TRUST" y "LIBERTY", además del año de acuñación, 1983.
Te podría interesar
En el reverso de la moneda, se muestra Monticello, la finca del expresidente en Virginia, acompañado de inscripciones como "E PLURIBUS UNUM" y "UNITED STATES OF AMERICA". Diseñada por Felix Schlag, las iniciales del artista también están presentes en la base del busto de Jefferson.
Otra peculiaridad es su composición: 75% cobre y 25% níquel. Pero lo que realmente incrementa su valor es la pequeña marca “P”, que indica su acuñación en la Casa de Moneda de Filadelfia.
Te podría interesar
Aunque se produjeron más de 561 millones de ejemplares ese año, solo aquellas que se encuentran en condiciones excepcionales y cuentan con ciertas características alcanzan los valores más altos en el mercado.
¿Por qué algunas monedas valen hasta 1,000 dólares?
La clave para determinar el valor de una moneda radica en su grado de conservación. Según el Servicio Profesional de Calificación de Monedas (PCGS, por sus siglas en inglés), los ejemplares se califican en una escala que evalúa detalles como el brillo, los bordes y la ausencia de daños.
Mientras que una moneda en condiciones regulares puede valer entre 2 y 40 dólares, aquellas en estado MS-67 (una de las más altas calificaciones) pueden alcanzar hasta 1,000 dólares.
¿Cómo identificar una moneda valiosa?
Si tienes una moneda de 5 centavos de 1983, revisa primero la marca “P” y evalúa su estado general. Los coleccionistas recomiendan acudir a servicios de certificación como PCGS o NGC, que determinan el grado exacto de conservación.
Una calificación profesional no solo confirma su autenticidad, sino que también incrementa su valor en el mercado. Por eso, la moneda de 5 centavos de 1983 es una pieza de historia y un ejemplo del valor que pueden tener estos pequeños tesoros escondidos.