El agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano. Con aproximadamente un 80% de nuestra composición corporal siendo agua, es evidente que este líquido vital juega un papel crucial en nuestra salud. Existen señales que indican que se necesita tomar agua.

La doctora Marjan Moghaddam, especialista en medicina familiar en Henry Ford Health, recomienda consumir entre seis y ocho vasos de agua al día para mantener el equilibrio hídrico y prevenir una serie de problemas de salud. Sin embargo, muchas personas no cumplen con esta recomendación y, como resultado, experimentan señales de deshidratación.

Señales de deshidratación

Dolores de cabeza persistentes

Uno de los signos más comunes de la deshidratación es el dolor de cabeza constante. Según expertos, cuando el cuerpo no recibe suficiente agua, los vasos sanguíneos del cerebro pueden contraerse, lo que provoca dolor. La buena noticia es que al rehidratarse, el dolor suele desaparecer rápidamente.

Ignorar esta señal, sin embargo, puede llevar a complicaciones más graves, como migrañas y disminución de la concentración. Si experimentas dolores de cabeza frecuentes, prueba aumentar tu consumo de agua antes de recurrir a analgésicos. 

Problemas digestivos y estreñimiento

El agua es fundamental para el proceso digestivo, ya que ayuda a ablandar las heces y facilita su movimiento a través del tracto intestinal. La doctora Moghaddam explica que sin suficiente agua, el colon absorbe el líquido de las heces, lo que causa estreñimiento y dolor abdominal.

Mantener una ingesta adecuada de líquidos no solo previene el estreñimiento, sino que también ayuda en la digestión de alimentos y en la absorción de nutrientes esenciales. Además, el consumo regular de agua puede reducir la acidez estomacal y otros problemas digestivos relacionados con la deshidratación. Si sufres de estreñimiento, aumente consumo de agua y fibra.

Piel seca y sin brillo

La piel es el órgano más grande del cuerpo y uno de los primeros en reflejar los efectos de la deshidratación. Cuando no se consume suficiente agua, la piel pierde elasticidad y brillo natural, volviéndose opaca y seca. Esto también puede acelerar la aparición de arrugas y líneas finas.

Beber suficiente agua ayuda a mantener la hidratación adecuada de las células de la piel, lo que mejora su apariencia y elasticidad. Además, contribuye a la eliminación de toxinas a través del sudor, promoviendo un cutis más limpio y saludable. Si notas que tu piel luce apagada o seca, aumentar tu consumo de agua podría ser la solución.

Fatiga y falta de concentración

La fatiga es un síntoma común de deshidratación. Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, el flujo sanguíneo y la presión arterial pueden disminuir, lo que afecta la distribución de oxígeno y nutrientes a los órganos. Esto provoca cansancio, confusión mental y dificultad para concentrarse.

En lugar de recurrir a estimulantes como el café o bebidas energéticas, considera beber un vaso de agua cuando te sientas fatigado. La rehidratación puede ayudar a restaurar los niveles de energía y mejorar la claridad mental. Si a menudo te sientes cansado o distraído, es posible que necesites aumentar tu consumo de agua. 

Aumento de peso inesperado

Una de las señales menos conocidas de deshidratación es el aumento de peso. Esto ocurre porque muchas personas confunden la sed con el hambre, lo que las lleva a comer en lugar de beber agua. Como resultado, consumen más calorías de las necesarias, lo que lleva al aumento de peso.

El doctor Moghaddam sugiere beber un vaso de agua antes de cada comida para ayudar a diferenciar entre el hambre real y la sed. Además, mantenerse hidratado mejora el metabolismo y ayuda al cuerpo a quemar calorías de manera más eficiente. Si estás tratando de perder peso o mantener un peso saludable, asegúrate de beber suficiente agua a lo largo del día.

Cuánto agua debes beber realmente

Aunque la recomendación general es de seis a ocho vasos de agua al día, la cantidad exacta puede variar según la edad, el peso, el nivel de actividad física y el clima. Por ejemplo, las personas activas o que viven en climas cálidos pueden necesitar más agua para compensar la pérdida de líquidos a través del sudor.

Es importante escuchar a tu cuerpo y tomar agua cuando sientas sed. También puedes observar la orina: un color claro indica una hidratación adecuada, mientras que un color oscuro sugiere deshidratación.