El Día de Reyes llegó por lo que los niños del mundo recibieron los regalos que tanto anhelaban. Cada 6 de enero se vuelve a sentir la magia alrededor de la historia de los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, quienes, según los textos litúrgicos, atravesaron Oriente para entregarle ofrendas al Niño Jesús tras su nacimiento.
En cada país, el Día de Reyes se vive de diferente manera. En México, la tradición combina elementos religiosos, culturales y sociales que han evolucionado a lo largo de los siglos. En la actualidad, millones de personas siguen recordando la historia de los Reyes que se menciona en el Evangelio de San Mateo, en la Biblia.
Sin embargo, con el paso del tiempo, los científicos y estudiosos se han preguntado qué tan cierta es esta historia y qué elementos podrían haber sido modificados en el relato para expresar más simbolismo en la Biblia. Una de las dudas que siempre llamó la atención de los expertos fue la teoría de la estrella de Belén.
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¿Qué dice la creencia de los Reyes Magos?
En el Evangelio de San Mateo, se menciona que la “estrella” de Belén fue la que guió a los Reyes Magos desde Oriente hasta Jerusalén, donde nació Jesús. “Unos Magos que venían de Oriente llegaron a Jerusalén preguntando: ‘¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo’”, se puede leer en la Biblia.
Al ver a Jesús, los sacerdotes proceden a entregarle sus respectivas ofrendas simbólicas: oro, incienso y mirra.
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¿Qué creen los científicos sobre la estrella de Belén?
Tras siglos de investigaciones y dudas, los científicos y astrónomos han intentado explicar el fenómeno de la estrella de Belén desde un punto de vista natural y astronómico. En este sentido, algunos astrónomos consideran la posibilidad de que la estrella haya sido un cometa milenario.
Una segunda hipótesis indica que la estrella podría haber sido una supernova o una nova, es decir, la explosión de una estrella que genera un aumento repentino de brillo. Este fenómeno habría sido visible en el cielo durante semanas o meses, lo que encajaría con la narrativa de un objeto celestial guiando a los Reyes Magos.
Por su parte, el astrónomo el astrónomo Michael R. Molnar expuso que, esa noche mágica, Júpiter podría haber entrado en la zona este de la constelación Aries. Esto habría permitido que el planeta reflejara con más intensidad la luz del Sol, y se destacara en la bóveda celeste nocturna. Asimismo, la teoría más aceptada por los científicos sugiere que la estrella de Belén está relacionada con Sirio: la estrella más brillante del cielo nocturno. En relación a esa teoría, hay quienes consideran que los magos observaron una conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, que ocurrió en el año 7 a.C.
Si bien, ante la falta de evidencia científica en el relato no hay mucho más que teorías al respecto, la mayoría de los astronómicos coinciden en que la Estrella de Belén no fue un evento astronómico real, sino una construcción simbólica dentro del relato bíblico, destinada a resaltar la naturaleza divina del nacimiento de Jesús.