El aceite comestible es un ingrediente esencial en la cocina, pero no todos los productos disponibles en el mercado cumplen con las normas de calidad establecidas.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) analizó distintas marcas y detectó algunas que no cumplen con lo que prometen en su etiquetado, lo que podría representar un engaño para los consumidores.
¿Qué evaluó Profeco en los aceites comestibles?
El estudio publicado en La Revista del Consumidor en septiembre de 2019 examinó 32 aceites vegetales a través de 3,288 pruebas realizadas entre febrero y abril del mismo año. Se verificó la veracidad del etiquetado, el índice de acidez libre y la oxidación antes de su rancidez.
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Como resultado, la Profeco inició 23 procedimientos contra marcas que no cumplieron con las normas.
¿Cuáles son las marcas de aceite señaladas por Profeco?
Las pruebas a estos aceites determinaron que varias marcas presentaban información engañosa, asegurando ser puras o de mejor calidad de lo que realmente eran.
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Entre los productos cuestionados se encuentran San Lucas (aceite de pepita de uva y aceite de aguacate extra virgen gourmet), Cate de mi corazón (aceite de aguacate mediterráneo y aceite de aguacate en distintas presentaciones).
También la Profeco incluyó a Avocare (aceite de aguacate 100% de origen natural), Kaporo (aceite ajonjolí blend), Foreway Sesame Expert (aceite de ajonjolí) y Kum Chum (aceite de ajonjolí prensado en frío).
¿Por qué estos aceites pueden ser perjudiciales para la salud?
Algunos de estos aceites contienen grasas trans y grasas saturadas en niveles elevados, lo que los hace potencialmente dañinos para el organismo. Su consumo excesivo podría contribuir al desarrollo de problemas como obesidad, triglicéridos elevados, colesterol alto y enfermedades cardiovasculares.
¿Cómo afecta el uso de estos aceites al medio ambiente?
El impacto ambiental de la industria del aceite comestible no se limita a la salud. Factores como el uso de pesticidas, la deforestación y el aumento de CO2 están asociados con la producción de algunos aceites. Además, el desecho inadecuado de aceites usados puede contaminar mantos acuíferos, afectando el ecosistema.
¿Qué alternativas hay para un consumo más saludable?
Para elegir un aceite adecuado, es recomendable considerar su punto de humo, su composición y su proceso de extracción. Aceites como el de oliva extra virgen o el de aguacate sin adulterar pueden ser opciones más saludables. Además, algunas grasas necesarias para el organismo pueden obtenerse directamente de alimentos como frutos secos, semillas y pescado.